Cinco hormonas que te suben la glucosa… y quizás no lo sabías
Nov 26, 2025
Cuando hablamos de glucosa en sangre, mucha gente piensa solo en la insulina como protagonista. Pero lo creas o no, hay varias otras hormonas, a veces liberadas naturalmente por tu cuerpo, que pueden hacer que el azúcar suba, incluso sin que hayas comido demasiado. Esto puede complicar el control glucémico, especialmente si tienes predisposición a diabetes o resistencia a la insulina.
Conocer esas hormonas y entender cómo influyen te ayuda a interpretar mejor tus análisis, tus niveles de glucosa por la mañana o tras una sesión de estrés, y, sobre todo, a tomar decisiones más informadas sobre estilo de vida. Vamos a ver cuáles son esas 5 hormonas “silenciosas”.
Qué son las hormonas contrarreguladoras (o que elevan la glucosa)
Nuestro cuerpo cuenta con hormonas cuya función es contrarrestar la acción de la insulina, cuando la glucosa baja demasiado, o cuando necesita más energía rápidamente. Estas hormonas desencadenan procesos como producir glucosa desde tus reservas, liberar glucosa en sangre o reducir la captación de glucosa por los tejidos.
Cuando su efecto es puntual y regulado, cumplen funciones normales. Pero si se activan con frecuencia, por estrés, malos hábitos, sobrepeso, inflamación, etc... pueden contribuir a hiperglucemia, resistencia a la insulina o problemas metabólicos.
Las 5 hormonas que te pueden subir la glucosa
1. Cortisol (hormona del estrés)
- Se produce en las glándulas suprarrenales.
- Su función normal: ayudar al cuerpo a responder al estrés, movilizando energía. Pero también: estimula la producción de glucosa en el hígado (gluconeogénesis) y reduce la sensibilidad a la insulina.
- Resultado: más glucosa en sangre, especialmente si ya hay resistencia a la insulina. Esto puede explicar subidas de glucosa al despertar o tras estrés prolongado.
2. Hormona de crecimiento (GH, del inglés Growth Hormone)
- Es liberada por la hipófisis. En niños regula el crecimiento; en adultos continúa influyendo en el metabolismo.
- Entre sus efectos: promueve producción de glucosa en el hígado, reduce la eficacia de la insulina en músculos y tejido adiposo.
- Situaciones que la aumentan: estrés, ejercicio intenso, ayuno, entre otras. Su acción puede provocar picos de glucosa, en muchos casos normales, pero que en personas con problemas metabólicos deben controlarse.
3. Glucagón
- Producido por las células alfa del páncreas. Su función: cuando la glucosa baja, hace que el hígado libere glucosa almacenada o la produzca.
- En personas sanas, regula el equilibrio. Pero en diabetes, especialmente tipo 1 o cuando la regulación falla, puede provocar aumentos de glucosa aún tras comer.
- Es una hormona “contrarreguladora”: nace para prevenir hipoglucemias, pero en exceso o mal regulada, favorece hiperglucemia.
4. Adrenalina (y Noradrenalina) — catecolaminas del estrés
- Liberadas en situaciones de alerta, estrés, susto o ejercicio intenso. Provocan una respuesta de “lucha o huida”.
- Actúan en el hígado para liberar glucosa (de glucógeno) y movilizar grasas para energía. También inhiben temporalmente la acción de la insulina.
- Resultado: subida rápida de glucosa, útil en una situación puntual de emergencia, pero contraproducente si se repite a menudo (ej. estrés crónico).
5. Otras hormonas y factores pueden influir también — ejemplo: hormonas tiroideas
Algunas fuentes citan que hormonas tiroideas o ciertos estímulos hormonales pueden alterar el metabolismo de la glucosa.
Aunque no siempre son protagonistas, pueden sumarse al “efecto combinado” que eleva glucosa: sobrepeso, resistencia a insulina, estrés, desequilibrio hormonal.
¿Por qué algunas personas parecen normales pero tienen glucosa alta sin motivo aparente?
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Puede que no sea “solo carbohidratos”: un pico de cortisol o adrenalina al despertar o por estrés puede elevar la glucosa sin comer, fenómeno conocido (en diabetes) como “fenómeno del amanecer / dawn effect”.
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Las hormonas contrarreguladoras se disparan ante “alertas” del cuerpo: estrés, ejercicio, ayuno, enfermedad, incluso si no hay azúcar externa.
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Si además hay resistencia a la insulina (por sobrepeso, hábitos), ese incremento hormonal se combina con una mala regulación, y el cuerpo no baja la glucosa adecuadamente.
Qué puedes hacer para controlar mejor esos efectos hormonales
- Manejar el estrés y cuidar la salud mental: el estrés crónico dispara cortisol, adrenalina, etc. Relajación, sueño de calidad, descanso pueden ayudar.
- Mantener un estilo de vida activo y saludable: actividad física regular, alimentación equilibrada, peso adecuado, mejora la sensibilidad a la insulina.
- Vigilar los picos de glucosa al despertar o tras estrés, si tienes diabetes o prediabetes, a veces no basta fijarse en lo que comes.
- Consultar con profesional de salud si notas glucosa alta sin razón evidente, puede haber alteraciones hormonales.
- Priorizar hábitos constantes más que soluciones mágicas: no se trata de eliminar una hormona, sino de equilibrar tu estilo de vida.
Conclusión
No solo la insulina y los carbohidratos determinan tus niveles de azúcar. Hay un conjunto de hormonas, algunas muy silenciosas, que pueden elevar la glucosa incluso cuando “no has comido nada”.
Conocerlas te ayuda a entender mejor tu cuerpo, evitar culpas innecesarias y tomar decisiones inteligentes sobre tu salud.
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