¿Por qué tengo diabetes tipo 2 si estoy delgado?
Nov 19, 2025
Leo vuestros comentarios constantemente y hay una duda que se repite sin parar:
“Doctor, siempre habla de personas con sobrepeso u obesidad, pero yo estoy delgado… y también tengo diabetes tipo 2. ¿Por qué?”
Entiendo perfectamente esta preocupación. Es lógica. Siempre se ha asociado la diabetes tipo 2 con el exceso de peso, pero eso no significa que quienes no lo tengan estén libres de riesgo.
Hoy quiero explicarte por qué puedes desarrollar esta enfermedad aunque tu cuerpo no refleje obesidad. Vamos a hablar claro, con datos, sin rodeos y con soluciones reales.
El error de pensar que solo los obesos tienen diabetes tipo 2
Es cierto: la mayoría de los casos de diabetes tipo 2 están relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Pero también existen muchas personas con peso normal, incluso bajo, que presentan exactamente los mismos problemas metabólicos.
La clave está en entender que el número que marca la báscula no lo es todo. Puedes pesar 50 o 60 kilos y tener el mismo desajuste interno que una persona con obesidad. Lo que marca la diferencia es cómo está distribuida la grasa en tu cuerpo y cuánto músculo tienes.
La teoría del armario que explota
Siempre lo explico así porque es visual y sencillo: imagina que tienes un armario en casa. En ese armario guardas ropa (en nuestro caso, grasa). Mientras haya orden y espacio, todo va bien. Pero si empiezas a acumular sin parar, llega un momento en el que no cabe más.
Entonces esa “ropa” empieza a desbordarse por toda la casa: el sofá, las sillas, otros armarios. Y ahí es cuando comienza el verdadero caos.
Esto es lo que ocurre en tu cuerpo. El armario representa tu tejido adiposo (la grasa corporal). Las personas con obesidad tienen un “armario grande”, por lo que caben muchas reservas antes de que haya problemas. Las personas delgadas, en cambio, tienen un “armario más pequeño”. Y ese se llena rápido.
Cuando se llena, la grasa se acumula donde no debería: en el hígado, en el músculo, en el páncreas… provocando resistencia a la insulina y, finalmente, diabetes tipo 2.
Los delgados también acumulan grasa... pero donde no se ve
Aquí es donde entra el concepto de grasa visceral. Es esa grasa que no está bajo la piel, sino infiltrada en tus órganos. Aunque estés delgado, si tienes grasa en lugares donde no debería haberla, tu metabolismo se altera igual que el de una persona obesa.
Además, hay otro problema muy común en estos casos: la falta de masa muscular.
El músculo es el principal almacén de glucosa del cuerpo. Cuando no tienes suficiente, esa glucosa no tiene dónde guardarse y se queda en la sangre, elevando los niveles.
Así que resumiendo:
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Tienes un “armario pequeño” (poca grasa subcutánea).
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Acumulas grasa donde no debe (grasa visceral).
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Tienes poco músculo (menos almacenamiento de glucosa).
Y esa combinación es perfecta para que aparezca la diabetes tipo 2.
Entonces, ¿qué debo hacer si tengo diabetes y estoy delgado?
La solución no es hacer dieta para perder peso, porque el problema no es el peso en sí, sino cómo está compuesto tu cuerpo.
Tu objetivo debe ser doble:
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Eliminar la grasa acumulada en los órganos (hígado, músculo, páncreas).
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Aumentar tu masa muscular para mejorar el manejo de la glucosa.
Y aquí hay una sola herramienta que sirve para ambos objetivos:
El ejercicio de fuerza.
No hablo de salir a correr o caminar 40 mil pasos al día.
Hablo de entrenar con pesas, bandas elásticas, máquinas o incluso tu propio peso corporal. Ejercicios que realmente estimulen tus músculos.
¿Por qué el ejercicio de fuerza es la clave?
Porque hace dos cosas fundamentales:
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Agranda tu armario: cuanto más músculo tienes, más glucosa puedes almacenar. Esa glucosa no se queda flotando en la sangre causando problemas, sino que se guarda donde debe.
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Limpia tus órganos: cuando entrenas fuerza, tu cuerpo empieza a usar grasa como fuente de energía. Esa grasa que estaba en el hígado, en el páncreas o en los músculos, empieza a desaparecer.
Y lo mejor: no necesitas bajar muchos kilos para ver los cambios.
Tu peso puede quedarse igual, pero internamente tu cuerpo se transforma.
Conclusión: tu cuerpo necesita músculo, no solo perder grasa
Si tienes diabetes tipo 2 y no tienes sobrepeso, no estás exento del problema, pero sí tienes una solución clara.
🔑 Te falta músculo y te sobra grasa visceral.
La báscula no lo refleja, pero tu metabolismo lo sufre.
El ejercicio de fuerza no es opcional: es parte esencial del tratamiento.
¿Y ahora qué?
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